lunes, 20 de junio de 2016

Navaluenga, un día de playa

Hoy os propongo un plan para aquellos que os toca trabajar en época estival o no tenéis presupuesto para veranear en la playa: acudir a la playa del Alberche en Navaluenga, Ávila.

Playa de Navaluenga
Ya había escuchado hablar de este enclave en plena sierra de Gredos en el que naturaleza y agua se unen para hacernos pasar un económico día de playa y diversión. Además, hay que tener en cuenta que a poca distancia se encuentra la Reserva Natural del Valle de Iruelas y el Pinar de Hoyocasero, ambos espacios protegidos, de gran valor ecológico y declarados ZEPA (Zona de Especial Protección para Aves) por la presencia de la mayor colonia de buitre negro de Castilla y León. Su vegetación es abundante y variada: robles, castaños, enebros, encinas, chopos, fresnos, frutales, tejos, abedules y varias clases de pinos cubren su superficie.


El Alberche a su paso por Navaluenga
El río Alberche atraviesa el municipio de Navaluenga en su curso medio antes de que los numerosos embalses que lo salpican mermen su caudal y hagan que desemboque prácticamente seco en el Tajo. Justo a la altura del puente románico de la localidad se represa el río formando tres grandes piscinas naturales donde refrescarnos del intenso calor estival.

Puente románico
El puente románico situado sobre el Alberche es del siglo XVI y fue construido para facilitar el paso del ganado hacia la sierra. Para atravesar sus cuatro arcos había que pagar el consabido portazgo. Tiene un porte muy señorial con sillares de granito y dos enormes tajamares desde los que los más osados se lanzan al río, que es bastante profundo en esa zona.

Cruzando el puente
Dentro de la localidad destaca la iglesia parroquial de Nuestra Sra. de los Villares de los s. XIII - XIV. Posteriormente en el s. XV se añadieron cuatro arcos carpaneles, un tipo de arco rebajado simétrico que se forma a partir de él, con el añadido de pequeños arcos en los extremos, sostenidos por seis columnas de piedra decoradas con capiteles góticos labrados con motivos vegetales. Posee una interesante pila bautismal románica de comienzos del XIII.

Iglesia de Nuestra Señora de Villares


Volviendo al área recreativa de las piscinas, mi consejo es que, si podéis, vayáis un día entre semana. Los fines de semana se llena más que Benidorm en agosto así que, el que avisa no es traidor.

Zona de baño
La zona de "playa" se encuentra muy bien habilitada con grandes árboles que proporcionan sombra, césped, arena, aparcamiento gratuito y duchas. La entrada al río se ha facilitado con la colocación de escalones de obra que favorecen la entrada y la salida del agua. El fondo está lleno de cantos pero no es necesario utilizar calzado de agua, al menos no para mi. El agua está limpia pero el fondo es muy oscuro con poca visibilidad. Ya de temperatura, ¡qué puedo decir! Para mi estaba fresca pero no helada. A mi me encantó y repetí chapuzón como 4 veces. Vimos algunos peces y en el centro del río se notaba bastante la corriente. No dispone de vigilancia por lo que no debéis de perder de vista a los más pequeños.


Bajo el sauce

Los vecinos del pueblo suelen irse a casa a la hora de comer y la playa se queda muy tranquila. Es un placer dormir la siesta a la sombra de un enorme sauce oyendo únicamente la brisa y los pájaros. Las vistas hacia la sierra son increíbles.

Al otro lado del puente se sitúa un área recreativa con mesas y bancos de madera y piedra a modo de merendero aunque no es preciso traer comida ya que Navaluenga ofrece una amplia oferta de bares y restaurantes donde deleitarnos con la excelente carne y la gastronomía de la comarca. Mi recomendación es el Restaurante Gema, no os defraudará.

A unos kilómetros de distancia, existe la posibilidad de bañarse en el embalse de El Burguillo, en pleno Valle de Iruelas. El paisaje en coche hasta Navaluenga tampoco os dejará indiferentes. No os marchéis sin visitar las calles de la localidad y comprar productos cárnicos en alguna de las muchas carnicerías del pueblo. Excelente el cordero y, cómo no, la ternera de Ávila con denominación de origen. Como reza su eslogan: Navaluenga es un mar de sensaciones.

Susana


4 comentarios :

  1. Bueno, Susana, esto parece un planazo, baño, naturaleza, paisaje, área recreativa, visita a Navaluenga y compras de productos típicos.
    Aunque yo creo que no me bañaría, con lo friolera que soy seguro que el agua del río está helada, seguramente después de dar un paseo, esperaría a los bañistas tomando algo fresquito y las patatas revolconas del restaurante que nos recomiendas ;))

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  2. Muy recomendable para pasar una jornada y aliviar los calores estivales. El entorno parece ideal para salir un poco de la rutina aunque parece estar masificado, sobre todo los fines de semana. Me ha resultado un lugar muy agradable, con agua natural y en un entorno rodeado de naturaleza.

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  3. Un plan perfecto cuando el calor aprieta en un entorno maravilloso donde disfrutar en familia de su paisaje y su pradera. Tiene muy buena pinta además la zona es ideal para pasear por la naturaleza, hacer senderismo y descubrir los pueblos de sierra.

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  4. Una grata sorpresa ha sido conocer este lugar. Muy bien acondicionado para pasar un día de baño y relax. Si además lo aderezas con una buena comida y unas compras de una magnífica carne, la ternera de Ávila quizá sea la mejor que he probado nunca. , que más se puede pedir. Pasar unas jornadas por estas latitudes en verano es una gozada, os lo recomiendo y si es entre semana mejor que mejor. Gran idea Susana traer al blog esta opción para refrescarse este y cualquier otro verano.

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