jueves, 26 de marzo de 2015

"La Fiebre del Oro", Mariposa y Hornitos - California (7ª parte)




   El Condado de Mariposa es conocido como "la Madre de los Condados de California" ya que sus territorios fueron divididos para la creación de otras comarcas. Está situado en las estribaciones de Sierra Nevada y rodea casi la totalidad del espectacular Parque Nacional de Yosemite.

   Desde el Valle de San Joaquín, el río Merced se adentra por un espectacular cañón;  la gama de paisajes junto a la gran oferta de actividades al aire libre hacen de esta zona un atractivo destino.

   En 1847 California era todavía territorio mexicano. Los primeros exploradores de estas tierras fueron los españoles que venían desde las colonias de México. A partir de 1848 llegaron miles de inmigrantes hasta California durante la época  llamada "Fiebre del Oro". Una de las mayores migraciones que ha existido con el objetivo de la búsqueda de riquezas. Aquí se reunieron personas llegadas de China, Europa, Chile, México, Australia y de los propios Estados Unidos de América.





   En la actualidad la sede del condado es el pueblo de Mariposa que conserva el encanto de una pequeña y tranquila villa. Se fundó en 1849 como pueblo minero y ferroviario durante la época de la Fiebre del Oro. Se encuentra  a pocas horas de las ciudades de Los Ángeles, Sacramento y San Francisco, y es una de las puertas de entrada al Parque Nacional de Yosemite. En el Centro de Visitantes informan con detalle sobre el Valle y las rutas de interés conocidas por su belleza.

   Los edificios históricos de la localidad siempre han estado en uso por lo que se mantienen muy bien conservados. Entre ellos destaca California State Mining and Mineral Museum. En sus instalaciones se explica la aventura de la minería y los métodos utilizados por las primeras empresas mineras del estado. En la actualidad las industrias principales en Mariposa son la ganadería, la madera y el turismo.




   Buscando y buscando donde alojarnos durante nuestra estancia en Yosemite Park, encontramos una dirección de un magnifico lugar, The Inn at Mariposa. Una moderna construcción aislada y  rodeada de bosque. Los dueños atienden una sola habitación en su acogedora casa, impecablemente limpia. Ofrece además un delicioso desayuno preparado por Elaine, la anfitriona. Ella misma nos recomendó un par de restaurantes: Savoury´s, para una cena intima y Charles Street Dinner House, un auténtico restaurante americano con precios razonables y abundante comida de calidad.




   Desde Mariposa nos acercamos hasta Hornitos, uno de los pueblos fantasmas mejor conservados del Gold Country.




   En la zona más al oeste del Condado atravesando una parte con colinas salpicadas de granjas y ranchos, se sitúa uno de los pueblos que llegó a tener, en 1870, una población de más de 10.000 habitantes. En su apogeo las calles de Hornitos estuvieron llenas de bares, salas de juego y salones con música y espectáculos. Estos salones estaban todos conectados de forma subterránea para que los clientes pudiesen desplazarse de uno a otro sin tener que salir fuera y sin ser vistos. Un lugar poco seguro, imperando la "ley del más fuerte",  donde el castigo más rápido era la soga.

   En Hornitos los arroyos eran ricos en oro y  los mineros excavaron pozos y túneles. Wells Fargo abrió aquí una oficina para su compra y envío. Aunque realmente los mayores beneficiarios de la Fiebre del Oro fueron los comerciantes e industriales que construyeron sus grandes imperios alrededor de la minería, como en el caso de Domenico Ghirardelli que estableció aquí su primera fábrica de chocolate, en 1855. Después la factoría se trasladó a San Francisco. Ghirardelli Chocolate Company,  fundada por el chocolatero italiano ha llegado a convertirse en la segunda compañía más grande de chocolate y la segunda más antigua de Estados Unidos, creando unos productos de primerísima calidad.

    Las casas se mantienen en ruinas para conservar en la memoria el esplendor que llegó a tener esta localidad, manteniendo así el misterio de una ciudad fantasma.







                                                                                                                                                           Inma

5 comentarios :

  1. Descubrí el condado de Mariposa cuando fui a visitar el Parque Nacional de Yosemite y me pareció un pueblecito con mucho encanto que merece una visita aunque sea corta. Como bien dices, este pueblecito pionero ("Pioneer Village") está muy relacionado con la "fiebre del oro" en California o como dicen ellos, "The Gold Rush"...
    Como curiosidad histórica, aquí en Mariposa vivió en el siglo XIX un tal John C. Frémont y que sería el primer Senador del Estado y también primer candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos.
    Precioso reportaje con muy buenas fotos y muy interesante documentación.
    Un saludo y mis ¡¡¡ Felicitaciones Inma ¡¡¡

    ResponderEliminar
  2. No había oído hablar de este condado que tal y como nos lo has enseñado me parece muy interesante para visitar. Muy curioso el pueblo fantasma, parece que es de esos lugares donde hay pocos visitantes lo que seguro fue un regalo para tu visita. Excelente descripción y como siempre, extraordinarias fotos.

    ResponderEliminar
  3. Me ha parecido interesante este curioso lugar tan diferente a lo que estamos acostumbrados, con ese pueblo fantasma que le da un toque de misterio aunque me ha parecido bastante desolado, me imagino que en plena fiebre del oro tubo que tener mucha vida.

    ResponderEliminar
  4. Cómo me hubiera gustado visitar este condado en la época del viejo oeste. Vivir en el pueblo fantasma, cabalgar por las praderas y buscar oro. Es un lugar apasionante y se nota que os gustó mucho esta zona. Los alojamientos tienen una pinta chulísima y el pueblo de Mariposa resulta muy pintoresco. Me encantan los artículos de lugares lejanos por la perspectiva de otros mundos que nos acercan al blog. Te felicito.

    ResponderEliminar
  5. Un artículo diferente y con chispa. Lugares pintorescos y con historias peculiares. Lo que nos cuentas del pueblo fantasma de Hornitos me ha gustado mucho. Los edificios de Mariposa resultan muy curiosos y pintorescos. Ojito al desayuno que nos muestras se me ha hecho la boca agua, qué suculento. En la diversidad está el gusto y estas aportaciones suman. Muy buen trabajo Inma.

    ResponderEliminar

"